Las autoridades australianas han abierto este lunes una investigación para determinar las responsabilidades por la muerte de al menos 40 koalas a raíz de la tala de una plantación del estado suroriental de Victoria.

Los animales, de los que otros 80 están siendo tratados por heridas e inanición, habitaban una plantación cerca de la ciudad costera de Portland. "Es un crimen cruel. No permitiremos que los responsables se salgan con la suya", apuntó a los medios Lily D'Ambrosio, responsable del departamento regional Medioambiente.

Según la organización ecologista Friends of the Earth (Amigos de la tierra), la tala fue realizada en diciembre y causó una "masacre" en la población de esta especie de marsupial, víctima de los incendios forestales que arrasan el país y que antes ya era clasificada como "vulnerable" por la amenaza de sequías y enfermedades. El suceso fue denunciado por varias personas que aseguran ser testigos de cómo maquinaria pesada de una compañía maderera enterraba los koalas.

De ser declarados culpables, la compañía y los responsables por la tala se enfrentarían a cuantiosas multas por vulnerar las leyes de protección de animales salvajes.