Las autonomías españolas que acumulan más deuda con la industria farmacéutica --Castilla León, Andalucía, Valencia y Madrid-- se apresuraron ayer a confirmar su voluntad de cumplir con los pagos pendientes, reaccionando así ante la decisión del laboratorio suizo Roche de no suministrar medicamentos anticáncer a los hospitales de Grecia que no pagan.

El Ministerio de Sanidad, que no es responsable directo de la morosidad autonómica, intercedió en defensa de la "solvencia y sostenibilidad" del sistema sanitario Español, que en su conjunto adeuda más de 5.000 millones de euros al sector farmacéutico, según datos de la patronal Farmaindustria.

El secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, reiteró que "España no es Grecia" y recordó que el pasado julio la vicepresidenta Elena Salgado anunció la apertura de una línea de crédito, dotada con 2.500 millones de euros, como apoyo a las autonomías en su deuda farmacéutica.

La industria facturó en el último año 12.600 millones de euros gracias al consumo español de fármacos con financiación pública. Catalunya fue la comunidad que más facturó, tras Andalucía.

Roche intentó pronunciarse en tono tranquilizador al aludir a España, si bien reiteró en un comunicado su interés en resolver de forma "urgente" el impago acumulado por las autonomías. "De esta forma, se garantizarán los empleos y la continuidad de nuestra actividad sanitaria en España", indicó el laboratorio, que ya ha cerrado su sede en Barcelona. Tan importante como la cantidad adeudada es el plazo con que se está abonando, recordó Roche. Andalucía, por ejemplo, responde a sus 1.245 millones de euros de deuda con 660 días de demora. Castilla León, que debe 500 millones, los paga con 900 días de retraso. La Comunidad Valenciana adeuda 960 millones, que abona cada 630 días.

Según un comunicado difundido ayer por Roche Farma España,el período medio de pago de algunas comunidades autónomas para con Roche está entre los 600 y 700 días e incluso puede superar los 900.

En el comunicado, la firma señala que su "compromiso" es hacer todo lo posible para no perjudicar ni a los pacientes ni al normal funcionamiento de los centros hospitalarios.

La Comisión Europea evitó ayer cuestionar el cese del suministro de fármacos oncológicos a algunos hospitales griegos, y se limitó a recordar que "se trata de una decisión comercial ejercida por una empresa privada", en alusión a Roche. Este laboratorio, el tercero más poderoso en la industria farmacéutica mundial, tras Pfizer y Johnson & Johson, posee la patente de las principales moléculas con que en la actualidad se tratan los cánceres de mama y pulmón, y el linfoma. Estos fármacos se suministran exclusivamente en hospital y su coste, muy elevado, difícilmente sería asumible por la economía de los enfermos que los reciben.