Profesor

José Jiménez Lozano es un escritor atípico. Desconocido hasta hace una década por el gran público, desconsiderado por una crítica literaria que confundía éxito de ventas con calidad, tuvo que esperar al Premio de las Letras Españolas en 1992 para ver cambiar a su estrella. Ensayista, poeta y novelista, es en los relatos breves donde su escritura alcanza sumas inigualables. Desde el sosiego que proporciona la vida en un pueblo, Alcazarén, ha construido una obra literaria sólida, que tiene como nervio la voluntad de contar la verdad, sobre todo cuando se fabula. Esa verdad consiste en ver la realidad desde el otro lado del espejo, teniendo en cuenta la parte derrotada de la realidad; es la mirada del pueblo que ha pagado el precio de la historia. Vallisoletano de adopción, como lo son Delibes y Umbral de nacimiento, tiene el dominio del idioma del uno y la soltura periodística del otro, pero con una profundidad literaria que no admite comparación.