TLtos políticos se ponen como tontos con el AVE y los ciudadanos aprovechan para mofarse de los políticos y también del AVE. Cada semana que pasa, llegamos antes a Madrid. La última noticia es que desde Cáceres tardaremos hora y media, o sea, mucho menos de lo que tardamos ahora en ir a Badajoz. Si la llegada del tren de alta velocidad se sigue demorando, acabaremos por estar en Madrid en un suspiro. A los ciudadanos, las peleas quiméricas por el AVE les provocan una mezcla de risas y llanto, pero a los políticos, el AVE les pone, como les ponen todas las realidades virtuales.

En el ministerio se atontan tanto con el AVE que no bajan a la tierra y no aprovechan las bazas reales. Desde hace unos meses, el Talgo Badajoz-Cáceres-Madrid, que enlaza con el AVE a Barcelona, ya no es el viejo convoy pendular de antes, sino un tren del tipo Altaria o similar, igualito que el que va de Cádiz a Madrid y que se une al que llega de Extremadura en Atocha. Es un Talgo más espacioso, más enmoquetado, con asientos más ergonómicos y más moderno, pero como aquí sólo se habla del AVE, pues no se ha presentado en sociedad para que los ciudadanos supieran que había una pequeña mejora en este tren que tarda lo mismo que antes, pero se va más a gusto. El extremeño, seamos realistas, tiene cultura de autobús, por eso Extremadura es la única región española donde las huelgas ferroviarias no aparecen en la prensa. ¿Para qué si casi nadie va en tren? Los ministros anuncian cada semana un AVE más rápido, pero aquí, lo que de verdad interesa son los horarios del Auto Res .