Mejor no correr más riesgos de los debidos. En el ayuntamiento del municipio valenciano de Canals se ha impuesto la cordura y se ha puesto coto al morbo.

El toro Ratón verá a los aficionados desde la barrera. Después del revuelo que ha ocasionado la cogida mortal del pasado 13 de agosto en la plaza de toros de Xàtiva por el toro Ratón, los organizadores de las fiestas han preferido que ninguno de sus conciudadanos tiente a la suerte.

El éxito de las fiestas está asegurado solo con ver al animal, negro y bragado de blanco, 10 años, casi anciano, pero estrella de youtube y de la ganadería Gregorio de Jesús.

Según el comunicado del Ayuntamiento de Canals, la adjudicación de la gestión de la plaza de toros portátil de Canals, se realizó hace más de un mes, antes de los sucesos de Xàtiva. Aseguran que la incorporación de Ratón al cartel de las fiestas no supuso un dispendio mayor de lo esperado y que incluso que el precio de la contratación para festejos taurinos se ha reducido un 20% este año con respecto al año anterior.

También asegura el comunicado que el precio de las entradas no se ha modificado desde su aprobación cuando se realizó la propia contratación. Ratón sigue a la vista pero no en la arena. Así se evitará que nadie quiera demostrar nada ante la estrella taurina y menos una despedida de este mundo ante las cámaras, que seguro acudirán a Canals. Ratón está programado también en Sueca, donde su posible presencia a comienzos de septiembre ya ha generado debate vecinal, entre quienes afirman tener miedo por la fiereza del animal y quienes apelan a la libertad para participar en los festejos siempre que no vayan bebidos.

La ganadería mantiene a Ratón en cartel. Berrendo en negro, lucero, calcetero y bragado, Ratón disponde de su propia página web. Atrás quedan las serias cogidas, la última de Xàtiva, y la de Puerto de Sagunto, donde un hombre falleció tras una gran paliza propinada por el toro. También, en el 2008, en la plaza de toros de Valencia se produjo otra impactante cogida con imágenes que dieron la vuelta al mundo.

En los carteles sigue como una auténtica estrella, agotando las entradas a la venta y seguido por masas ingentes de público que, con distinta motivación, abarrotan los tendidos de las plazas para presenciar en vivo al toro. Pero ¿qué es lo que hace de este animal diferente? En su ganadería lo tienen claro. Es ágil, de extremidades largas, dotado para sorprender en el tablado, banco y pirámide, obstáculos típicos de los encierros.

La envergadura de su larga zancada acorta las distancias, sorprende a los aficionados y alcanza a los menos dotados para el quiebro. Cuando llega la cogida se produce un acto poco común en los toros. Ratón embiste con derrotes cortos y repetitivos a la vez que balancea la cabeza a izquierda y derecha, provocando en todas sus víctimas un número de heridas muy superior, a priori, al normal en estos casos.

Es un palicero, apelativo que reciben las reses que se ceban con sus presas lanzándoles numerosos derrotes. Pocas reses bravas consiguen mantener su estilo con el paso de los años y eso es lo relevante de Ratón. Es viejo, pero sigue en el candelero.