LOS DELINCUENTES han vuelto a demostrar, una vez más, sus grandes nociones de informática y tecnología para perfeccionar las estafas. Los últimos dos detenidos por los Mossos d´Esquadra en Barcelona en esta modalidad delictiva instalaban en los cajeros automáticos un teclado falso que enviaba a un móvil un SMS con el número secreto de la víctima cuando esta tecleaba confiado los cuatro números secretos de sus tarjetas.

El sistema no tiene precedentes en España y los investigadores están cotejando la información con sus colegas europeos. En la ranura por la que se introduce la tarjeta se instala un copiador, imperceptible a simple vista, que copia y almacena los datos de la tarjeta.