LA CAPITAL catalana se consolida como la cabeza de puente de Harley-Davidson en Europa. Pero quedarse solo en el acierto estratégico de la empresa y de su departamento de márketing es olvidarse de las miles de personas que sienten devoción por esas motocicletas de ruido grave. Más de 11.500, un 15% más que el año pasado, protagonizaron un paseo de 13 kilómetros por el centro, con inicio y final en la recta del estadio de Montjuïc. La imagen, que creó una gran expectación, de toda la Gran Via, entre las calles de Entença y Balmes, tomada por ese ejército rugiente se graba en la retina. X. B.