Más de la mitad de los nuevos contagios de coronavirus registrados en Cataluña tienen lugar en la ciudad de Barcelona y el área metropolitana sur, donde se encuentra L’Hospitalet, el municipio de la provincia que más está sufriendo el covid-19 de momento. La Consejería de Salud informó de 938 nuevas infecciones registradas ayer, de las cuales 492 tuvieron lugar en la capital (246 infecciones) y en su área metropolitana sur (otras 246).

Este nuevo millar de nuevos contagios recuerda a las cifras de marzo, cuando la pandemia azotaba ya con fuerza. Pero con matices: en estos momentos se realizan muchas más pruebas PCR que entonces y también tests serológicos que pueden dar positivo por el virus pese a que la infección ya no esté activa. Es decir, ahora aparecen más positivos por el virus, lo cual no significa que haya tantas personas infectadas como meses atrás, sino que se diagnostica más y mejor.

Sea como fuere, las administraciones no esconden su preocupación por la situación. Barcelona se prepara ya para una segunda ola de la epidemia, inicialmente prevista para otoño pero que, según apuntan las cifras, se adelantará. En la capital catalana, limítrofe con L’Hospitalet, hay ya 29 brotes activos. El director de la unidad de seguimiento del covid-19 en Cataluña, Jacobo Mendioroz, alertó ayer de que la transmisión comunitaria de los barrios de La Torrassa, La Florida y Collblanc de L’Hospitalet avanza ya hacia los barrios colindantes de Barcelona, ciudad que ha visto triplicar sus contagios.

«No estamos hablando de confinar Barcelona, pero abrimos la puerta a aprobar alguna medida en los próximos dos días», avisó la alcaldesa Ada Colau tras una reunión con la consellera Alba Vergés. Previamente a esta rueda de prensa, la alcaldesa no descartó, en una entrevista en TV-3, volver a alguna fase de la desescalada. «Quizás entre todos tenemos que dar un paso atrás para después poder seguir avanzando», dijo.

Teniendo en cuenta que la mayor parte de los contagios se están produciendo entre personas jóvenes (quienes pasan la enfermedad de manera leve), algunas de estas posibles medidas podrían ser el cierre de playas, la limitación del aforo de la hostelería o la suspensión de actividades culturales y deportivas. Estas dos últimas entraron el lunes en vigor en L’Hospitalet.