El próximo verano, si usted entra a un centro comercial, cine o restaurante y comienza a tiritar ya no tendrá que ponerse una chaqueta o un pañuelo para protegerse del aire acondicionado, solo tendrá que dirigirse al encargado o empleado y pedirle que cumpla el real decreto aprobado ayer por el Consejo de Ministros. La norma, que entrará en vigor en pocos días, establece que los edificios públicos no podrán bajar de los 26 grados de temperatura en verano ni superar los 21 grados en invierno. El Gobierno busca con esta medida estimular una utilización más racional de la climatización de los edificios con el fin de conseguir un importante ahorro energético. En verano del 2007, el Ejecutivo quiso dar ejemplo y lanzó una instrucción para que en los edificios de la Administración del Estado no se bajase de los 24 grados desde el mes de junio hasta septiembre. Posteriormente, el pasado agosto, aprobó un Plan de Ahorro que contemplaba 31 medidas destinadas a reducir el consumo de petróleo, gas y carbón, y por tanto aminorar las emisiones de CO2. Entre ellas, se contemplaba que en todos los edificios de uso no residencial, excepto hospitales y otros casos especiales, la temperatura fuese de 26 grados como mínimo en verano y 21 grados como máximo en invierno. LOS LUGARES AFECTADOS Por tanto, con el real decreto aprobado ayer en el Congreso, el Gobierno cumple una de las medidas de dicho plan. La norma, según la nota repartida al término del Consejo, afectará a todos los edificios climatizados destinados a usos administrativos, comerciales --tales como tiendas, supermercados y grandes superficies--, culturales y de ocio --como cines, teatros, salas de exposiciones, bares o restaurantes--, y también estaciones de transporte y aeropuertos. El real decreto, que previsiblemente se publicará hoy en el Boletín Oficial del Estado, establece además que los locales con acceso desde la calle deberán disponer de un sistema de cierre de puertas que impidan que estas permanezcan abiertas permanentemente y evitar, por tanto, el despilfarro de la refrigeración o de la calefacción. Asimismo, la humedad relativa en el ambiente deberá estar comprendida entre el 30% y el 70%.Con estas medidas, España sigue la estela de otros países como Japón, donde hace tres años su primer ministro, Junichiro Koizumi, pidió a los funcionarios que acudieran a trabajar sin traje con el fin de aumentar las temperaturas estivales de las oficinas y contribuir así a frenar el cambio climático. Koizumi abrió una corriente anticorbata seguida por otros políticos como Miguel Sebastián, ministro de Industria, quien en julio del 2008 acudió al Congreso (un edificio gélido en verano) sin esta prenda de vestir, para sorpresa de todos y especialmente de José Bono, quien pidió a un ugier que le diese una corbata. El gesto de Sebastián ya abrió durante el pasado verano un debate sobre el derroche de energía que supone poner al máximo el aire acondicionado. PETICION DE AYUDAS Desde la Federación de Hostelería, Juan Ignacio Díaz solicitó al Ejecutivo que dé subvenciones a aquellos bares o restaurantes que no dispongan de sistemas de climatización o que tengan sistemas antiguos con el fin de que puedan cumplir la norma. Díaz afirmó que, en plena crisis, para algunos locales "será muy difícil" satisfacer la pretensión gubernamental. En cualquier caso, tanto las multas como las inspecciones corresponderán a las Comunidades Autónomas, lo que hace prever un cumplimiento desigual de la norma en toda España, al igual que ocurre con otras obligaciones, como la relacionada con la prohibición de fumar. INCUMPLIMIENTOS Además, como apunta Heikki Willstedt, de WWF, "será complicado" establecer los incumplimientos dado que cada edificio tiene unas características y, aunque sus responsables coloquen el termostato del climatizador a la temperatura indicada, esta también depende de si el local está al sol, de su aislamiento, etc. Willstedt se mostró "sorprendido", además, de que el Ejecutivo haya optado por limitar a 26 grados la temperatura en verano cuando las organizaciones ecologistas recomiendan tenerla a entre 24 y 25 grados de mínima.