La autopsia practicada al cadáver del bebé hallado la noche del martes en un contenedor de basuras en el distrito Sarriá-Sant Gervasi de Barcelona ha revelado que el pequeño no murió de forma violenta, sino víctima del abandono y de no haber sido asistido de forma adecuada tras su nacimiento.

Los resultados de la autopsia permiten descartar la hipótesis de que el niño murió asfixiado, como se había apuntado en un principio ya que el bebé tenía el rostro completamente amoratado.

Mientras tanto, la policía investiga si los hospitales y ambulatorios barceloneses han atendido en los últimos días a mujeres que acabaran de dar a luz con el fin de recabar pistas que permitan identificar a la madre del bebé.