PSOE e Izquierda Unida-ICV aprovecharon ayer el trámite en el Congreso de la ley de identidad de género para introducir una disposición adicional que permitirá que las lesbianas casadas puedan inscribirse en el registro como madres de los hijos in vitro de su cónyuge sin tener que tramitar su adopción. Esta modificación sirve para llenar una laguna legal en la ley de reproducción asistida, aprobada tras el reconocimiento del matrimonio gay pero que no tenía en cuenta esta realidad.

La Comisión de Justicia aprobó, con competencias legislativas plenas, el resto de la ley que permite a los transexuales cambiar de nombre y sexo en el Registro Civil sin necesidad de haberse sometido a una intervención quirúrgica tal como la remitió el Gobierno a las Cortes, con el voto en contra del PP y la abstención de CiU. Para la aprobación definitiva ya solo falta el paso por el Senado, sin necesidad de volver al pleno del Congreso si no hay modificaciones en la Cámara Alta.

El secretario de Movimientos Sociales del PSOE, Pedro Zerolo, se felicitó ayer de que esta reforma legal sitúe a España "como el país con la legislación más avanzada del mundo en el reconocimiento de la dignidad y los derechos de los transexuales".

La fórmula legal que podrán utilizar el miembro de la pareja que no sea la madre biológica consistirá en hacer constar ante el Registro Civil es que "consiente que cuando nazca el hijo de su cónyuge, se determine a su favor la filiación respecto del nacido". De esta forma, desde el mismo momento de su nacimiento, el niño será legalmente hijo de ambas, en lugar de recurrir a una adopción posterior.