A partir del 1 de noviembre, las empresas que contraten a becarios tendrán que cotizar por ellos, según el real decreto aprobado por el Consejo de Ministros hoy.

Los becarios tendrán derecho a un máximo de dos años de cotización, que podrán incluir en el cálculo de la pensión. También disfrutarán de la protección por enfermedad, accidente, paternidad o maternidad, aunque no por desempleo. Para las empresas contratantes, este cambio implicará pagar unos 40 euros por trabajador a la Seguridad Social, de los que 2 euros se le descontarán del sueldo al becario.

Según el Gobierno, 30.000 personas se verán beneficiadas por la entrada en vigor del decreto, aunque aquellos con becas anteriores tendrán que firmar un convenio especial para poder rescatarlas.

Esta medida constituye parte de la reforma de pensiones aprobada por el Parlamento el pasado 21 de julio, que eleva progresivamente la edad de jubilación de 65 a 67 años y aumenta de 15 a 25 años el periodo de cálculo de la pensión.