Su seguridad física y la de sus hijos está protegida por un ejército de guardaespaldas, pero los Beckham, David y Victoria (en la foto, en Tailandia) quieren protegerse también de los espíritus. La pareja ya tiene la experiencia de haber adquirido una casa maldita en el sur de Francia, aunque casi no llegaron a ocuparla por el fichaje del jugador por el Real Madrid.

Para que en su nueva mansión de La Moraleja no reciban inesperadas visitas de ultratumba, el jugador y la cantante han aprovechado su visita a Tailandia para hacer unas compras un tanto inusuales. Los Beckham fueron a un mercado callejero y, entre otros recuerdos, compraron barritas de incienso especiales y unas pequeñas casas en miniatura que, supuestamente, tienen como objetivo toda clase de seres del más allá.