El enemigo público número uno de Bélgica, el pederasta Marc Dutroux, fue condenado ayer a cadena perpetua por el Tribunal Penal de Arlon (sureste del país) por el secuestro, violación y muerte de varias niñas y adolescentes belgas entre junio de 1995 y agosto de 1996.

El tribunal complementó la condena con una adicional puesta a disposición del Gobierno de 10 años, que permitirá al ministro de Justicia impedir su eventual liberación anticipada por reducción de pena por buen comportamiento. Dutroux, de 47 años, pudo cometer estos crímenes precisamente porque fue liberado muy anticipadamente de su anterior condena por secuestros, violaciones y violencias.

CINCO MUERTES Dutroux fue declarado culpable, el pasado 18 de junio, del secuestro y la violación de seis niñas y adolescentes belgas, del asesinato de dos de ellas (An, de 17 años, y Eefje, de 19) y de ser responsable de la muerte de otras dos (Julie y Melissa, de 8 años). Dutroux también fue declarado culpable del asesinato de su presunto cómplice Bernard Weinstein y de la violación de tres jóvenes eslovacas.

Sólo dos de sus víctimas, Sabine (que tenía 12 años cuando ocurrieron los hechos) y Laetitia (14 años), fueron rescatadas con vida, debido a la increíble acumulación de negligencias y desidias en la mayor parte de las investigaciones judiciales y policiales del caso.

LOS COMPLICES La exesposa de Dutroux, Michelle Martin, fue condenada a 30 años de prisión como coautora de los seis secuestros acompañados de torturas mortales, así como de la violación de una joven eslovaca a la que drogó a petición de su marido. Durante el juicio, Michelle Martin reconoció que dejó morir de hambre y sed a Julie y Melissa, y que ella misma cerró la puerta de hormigón armado de la antigua cisterna donde se encontraban encerradas las dos niñas.

Michel Leli¨vre, el ayudante de Dutroux en sus fechorías, fue condenado a 25 años de reclusión por su participación en el secuestro de An, Eefje, Sabine y Laetitia.

El empresario y estafador Michel Nihoul fue condenado a 5 años por dirigir un tráfico de estupefacientes en una asociación de malhechores con Dutroux. Pero el tribunal ni siquiera pidió su detención inmediata por su edad y estado de salud, por lo que Nihoul abandonó el edificio libre y sonriente.

Nihoul, de 63 años, ha sido considerado siempre como el vínculo entre Dutroux y una red pederasta en la que participaban personajes del mundo policial, judicial y político belga.