Guardia Civil por vocación y por la influencia vivida en casa --su padre también perteneció a la Benemérita--, el general de Brigada Rafael Ferrera Corraliza vuelve a Villafranca de los Barros, la que él considera su verdadera casa, localidad que acaba de nombrarle hijo adoptivo.

Ferrera afirma conocer el Cuerpo en todas sus facetas, "en sus necesidades, su sacrificio, sus limitaciones en los recursos; pero también en sus virtudes: capacidad de trabajo, disciplina, lealtad", hechos con los que justifica su vocación.

El general destaca, poniendo como ejemplo su persona y su trayectoria, la importante labor que realiza la Guardia Civil en la sociedad actual. La Benemérita, según este general, "participa de una forma decisiva en la prevención y consolidación de la seguridad ciudadana, en la lucha contra toda clase de terrorismo, en la montaña, en el mar territorial y, como parte de las Organizaciones Policiales Internacionales, participa en todas las misiones en el exterior".

"Nací fuera, pero me hice en Villafranca". Son palabras que por sí solas justifican el sentimiento mutuo entre Rafael Ferrera y Villafranca, que aunque nacido en Mondragón, llegó a esta localidad extremeña con solo cinco años. En ella pasó veinte años de su formación infantil y juvenil, una etapa que para él marcó la evolución de toda su vida. El general trabaja actualmente como secretario general de la Gerencia de Infraestructuras y Equipamientos de Seguridad del Estado.

Se considera un enamorado de Extremadura y reconoce que en Villafranca "he vivido uno de los periodos más largos de mi vida. Fueron los años de la niñez y la juventud, la etapa en la que se crean las raíces de las personas. Mis padres son naturales de Hinojosa del Valle, a 18 kilómetros de Villafranca. Mondragón, pueblo donde nací, lo conozco, pero no tengo ningún recuerdo", expresa Ferrera.

En Villafranca viven su madre y su hermana, y aunque visita la localidad menos veces de las que le gustaría, mantiene los lazos con este municipio pacense donde hace apenas un año y medio fue pregonero de la Fiesta de la Vendimia y Coronada, de Interés Turístico Regional.

El general de Brigada de la Guardia Civil recibió la distinción como hijo adoptivo de Villafranca en un acto sencillo y emotivo, con presencia de su familia, amigos, compañeros, la delegada del Gobierno en Extremadura, el subdelegado del Gobierno en Cáceres, y altos mandos de la Benemérita en la región.

La decisión fue tomada por unanimidad en el pleno de la corporación celebrado en noviembre, a propuesta del alcalde, Ramón Ropero. "Es un motivo de orgullo este nombramiento", dijo Ferrera tras agradecer su labor a quienes lo hicieron posible, así como a los amigos que conserva en la localidad de su etapa juvenil en ella, "por su aportación de comentarios y anécdotas, donde se mezcla la etapa de formación en la escuela, luego en el Colegio San José, las relaciones de amistad y diversión, que provocan nostalgia por los momentos vividos", dijo.