El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, visitó ayer la zona afectada por el destructivo temporal en Sicilia y que ha causado, hasta el momento, 23 muertos y 40 desaparecidos. El dirigente no viajó con los bolsillos vacíos. Prometió viviendas, como a los afectados por el seísmo de L´Aquila. También una moratoria de impuestos.

En una visita a un hotel de la provincia siciliana de Messina, en el que se alojan algunas de las 524 personas que han tenido que ser evacuadas por la catástrofe, Berlusconi aseguró que se construirán nuevos barrios más seguros para darles cobijo, como se ha hecho en la ciudad de L´Aquila, capital de Los Abruzos.

"La reconstrucción cuesta demasiado y no es segura. Por lo tanto, haremos como en L´Aquila: nuevas viviendas en otras zonas, y totalmente amuebladas, pero siempre dentro del tejido urbano", dijo Berlusconi.

"Crearemos estructuras habitables con jardines, pero también con tiendas para relanzar el pequeño comercio", agregó.

Los medios italianos no han dejado de denunciar estos días la anarquía urbanística y de construcción de viviendas, algunas alzadas en zonas ilegales, que impera en Sicilia. El jefe del Ejecutivo italiano sobrevoló por la mañana la zona devastada por el temporal que, desde el pasado jueves, ha causado inundaciones y derrumbamientos de edificios.

Berlusconi dijo que se bloquearán las hipotecas y el pago de impuestos de los afectados por la catástrofe.