Los cocineros franceses estaban ayer conmovidos e impresionados por el suicidio de uno de los más grandes chefs que ha dado el vecino país, Bernard Loiseau, de 52 años, propietario de La C´te d´Or (en Saulieu, Borgoña), que el lunes se pegó un tiro con una escopeta de caza. Según algunas interpretaciones, Loiseau no había podido soportar que la guía GaultMillau le bajase dos puntos en la calificación (de 19/20 pasó a 17/20) y que corrieran rumores de que la Michelin lo iba a castigar con la supresión de estrellas. Desde 1991, Loiseau tenía la máxima calificación, que son tres estrellas.