El cardenal Tarcisio Bertone, como presidente del Consejo de Finanzas del Instituto de Obras para la Religión (IOR), la conocida como banca vaticana, realizó una "breve exposición" del proceso de control y transparencia llevado a cabo a requerimiento del Moneyval, órgano del Consejo de Europa encargado de revisar las medidas que toman los estados contra el blanqueo de dinero. Así lo explicó ayer el portavoz vaticano, Federico Lombardi, tras la décima y última congregación (reunión de cardenales) previa al inicio del cónclave.

En julio del 2012, una evaluación del organismo europeo aprobaba la gestión de la Santa Sede, que a su vez se comprometía a reformar su sistema de vigilancia. El informe concluía que el Vaticano había sentado muchas de las bases de un sistema contra el blanqueo, pero debía mejorar otros en especial en la supervisión de las instituciones financieras. El 1 pasado de enero, el Banco Central Italiano suspendió la provisión de servicios de pago electrónico al IOR por "falta de garantías contra las operaciones de lavado de dinero".