Mientras unos días después del atentado fallido en un avión José Blanco se mostraba contrario a adoptar medidas de control "adicionales" en los aeropuertos, hasta que no haya un acuerdo en el seno de la UE, el ministro de Fomento, tras reunirse ayer con la secretaria de Seguridad estadounidense, Janet Napolitano, admitió que "será inevitable" la instalación de los polémicos escáneres corporales que desnudan con el fin de garantizar la seguridad; si bien dejó claro que España no adoptará esta decisión de forma unilateral. Tras el intento de ataque, varios países anunciaron en cadena que instalarán aparatos que permiten a los vigilantes ver nítidamente al pasajero, olvidando que el Parlamento Europeo rechazó en el 2008 la propuesta con el argumento de que ofenden "a la dignidad humana".

Blanco reconoció en una rueda de prensa en Washington que "hay un debate muy importante entre el derecho a la intimidad de la gente y la garantía de seguridad" que proporcionan estos dispositivos, y se mostró partidario a "encontrar una respuesta que combine ambos". No obstante, según el ministro, el actual sistema de cacheo también invade, pero de otra forma, el derecho a la intimidad.

GRABAR Y ENVIAR El Gobierno considera que el acoplamiento entre ambas necesidades pasa por la destrucción inmediata de las imágenes generadas. Sin embargo, grupos pro libertades civiles estadounidenses --país donde ya funcionan 40 dispositivos en 19 aeropuertos y se prepara la instalación de cientos más-- advierten de que los escáneres pueden grabar e incluso enviar las imágenes captadas de los pasajeros, con lo que se corre el riesgo de que, pese a que haya orden de borrarlas, esta no se cumpla en ciertos puestos de control.

Ante la postura manifestada por Blanco, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, subrayó desde Viena que España no va a adoptar ninguna decisión de forma unilateral, como ya han anunciado que harán países como Holanda --de donde partió el presunto terrorista con destino Detroit--, el Reino Unido, Italia o Alemania.

DECISION MULTILATERAL Un portavoz de Fomento explicó que el Gobierno no implantará en solitario los escáneres porque está convencido de que hay que adoptar una postura global para evitar que los terroristas lo tengan tan fácil como usar los aeropuertos de países sin dichos dispositivos que, por cierto, ningún experto es capaz de asegurar que hubieran descubierto la carga explosiva escondida en la ropa interior del yihadista nigeriano.

Por eso el Gobierno, que ostenta la presidencia de turno de la Unión, está buscando esa postura común y, a juzgar por las palabras de Blanco, apostará para que dicha decisión esté más cercana a la instalación de los polémicos aparatos, aunque con restricciones, que a su rechazo. España ha de "dar ejemplo", recordó ayer Zapatero, debido a su liderazgo semestral en Europa.

La próxima semana acudirá a la reunión de ministros de Interior, que se celebrará en Toledo, la secretaria de Seguridad estadounidense con el fin de pedir a sus homólogos que incrementen las medidas de seguridad. Será el primer encuentro de Napolitano con responsables de Interior de otros países para convencerles de la necesidad de aumentar los controles dado que el atentado frustrado ha demostrado que no sirve de nada que Estados Unidos se refuerce únicamente de puertas para adentro.

"Lo que me ha transmitido la secretaria Napolitano es que las soluciones deben ser consensuadas y que ningún país puede imponer su visión", precisó Blanco. La Comisión Europea ha anunciado que presentará una propuesta común para los Veintisiete en los próximos meses.