El ministro de Fomento dio ayer una vuelta de tuerca más en su particular lucha para rebajar los elevados sueldos de los controladores aéreos. José Blanco subió el tono de su amenaza a este colectivo y les alertó de que, si no hay avances en la negociación del convenio antes de que acabe el mes de marzo, tomará una decisión unilateral.

El titular de Fomento cosechó la ira de los 2.400 controladores que dependen de Aena hace dos semanas en el Congreso cuando reveló la media de los sueldos que perciben, que ronda los 350.000 euros anuales. También afirmó que uno de estos profesionales había cobrado hasta 900.000 euros el año pasado. Esto generó no pocas críticas a los controladores quienes, a su vez, explicaron que esta remuneración era consecuencia de las horas extraordinarias que realizan.

"La productividad de los controladores españoles es la más baja de la UE; los salarios son los más altos y, además, tienen la capacidad para gestionar su trabajo, cosa que no ocurre en ningún país de la UE", sostuvo José Blanco. El ministro hizo estas declaraciones en la sede del Parlamento europeo en Bruselas, donde expuso las prioridades de la presidencia española de la UE en materia de transportes.

"Vamos a ver si hay voluntad de acuerdo por parte de los controladores para alcanzar un acuerdo", invitó. Y añadió: "Los próximos días serán determinantes a la hora de avanzar". Sin embargo, los últimos encuentros entre AENA y la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) --que agrupa al 95% de estos profesionales-- no han fructificado.

EL PRECIO DE LAS EXTRAS El convenio se firmó en 1999 y caducó en el 2004, aunque se ha ido prorrogando año tras año. El objetivo de Blanco es reducir el salario de los controladores hasta alcanzar una media de unos 200.000 euros anuales, algo que pretende lograr a cuenta de rebajar el volumen de las horas extras y el precio de las mismas.