Bloomington deja de soñar con la música que le ha dado aliento durante 13 años. "La razón por la que nos habíamos convertido en músicos y la razón por la que ahora lo éramos no eran la misma y, por lo tanto, la única salida honesta es la de no continuar con la banda". Así se despide de sus fieles en el blog oficial una de los mejores grupos extremeños de indie rock, tras una vida juntos y un balance de tres discos, nueve maquetas y un sinfín de actuaciones que le han puesto en el escaparate nacional de la música independiente.

¿Pero por qué desaparece una banda que el año pasado había sacado su último disco, Activando la disidencia ? Juan Jesús Tato, batería y uno de los fundadores, tiene claro que el paso del tiempo ha pasado factura al quinteto formado por su hermano José, Javier Torres y Carlos Rubio, con la última incorporación de Beatrice, la tercera de los Tato. "Quizá el proyecto se ha agotado. Nació, se desarrolló y murió", reflexiona acerca de los motivos de la separación, tras haber probado con letras en inglés y castellano. "Ha sido la evolución natural del proyecto Bloomington", añade.

De The Clash a Wilco, esta formación musical ha madurado hasta hacer del rock su tarjeta de visita. "Ahora valoramos otros tipos de música y la madurez te ayuda", apunta Tato, que tiene claro que la banda "siempre ha hecho rock".

Y es que Bloomington ha respondido bien en los escenarios, aunque las obligaciones familiares y laborales hayan impedido que su música llegara más lejos. Los espectadores de Contempopránea 2006 puede dar fe de ello. La banda solo tenía fines de semana para salir fuera a tocar.

"Siempre nos ha gustado que la gente interprete nuestras letras", apunta Tato sobre el contenido de las canciones, recordando desde el sonido pop de los inicios hasta la apuesta contundente por las guitarras en el disco Kill the rock stars we were (2002). Con Activando la disidencia (2006), las claves fueron "menos ruido y mayor sencillez en componer".

La firma en el 2002 con el sello independiente Aloud Music, radicado en Cataluña, con los productores Sergio Picón y Nuria Ferrer, está guardado en el baúl de los mejores recuerdos. "Ellos han conseguido que Bloomington se haya mantenido y se haya conocido fuera de Extremadura", destaca Tato. Tampoco olvida cuando telonearon en el 2004 en Madrid y Castellón a la banda norteamericana The Applessed Cast. Sobre la contribución de la banda a la música independiente, dice que les ha movido "la ilusión" de subirse a un escenario.

Más conciertos

¿Y qué les ha faltado para ser más conocidos en la escena nacional? El músico reconoce que la promoción discográfica es "complicadísima" y pone de ejemplo los 800 discos que llegaron a vender en tiendas con Kill the rock stars we were . "Nuestro trabajo para llegar a la gente debería haber estado en los conciertos. Si hubiésemos querido más promoción y llegar más al público, tendríamos que habernos metido más en carretera", admite.

Pero el futuro no es una puerta cerrada: "Seguimos teniendo los instrumentos y que no descartamos volver a hacer otras cosas". Para volver, concluye Tato, "tendría que haber la frescura, ilusión e inocencia del inicio para poner en marcha un nuevo proyecto sabiendo que, tal y como está el mercado, no nos contrataría ninguna discográfica". Ojalá que sea verdad.