Un avión de pasajeros de la compañía chipriota Helios se estrelló ayer al norte de Atenas tras sufrir un problema de despresurización, lo que provocó que el piloto y el copiloto murieran congelados antes de que el aparato cayera. A bordo iban 115 pasajeros, 48 de ellos niños, y otros 4 tripulantes, que presumiblemente fallecieron de igual forma.

Los primeros resultados de la investigación descartan que el siniestro se debiera a un sabotaje o atentado. "No se trata de una acción terrorista", aseguró el director de la oficina de Información de la Presidencia del país, Marios Karoyan. "No podemos hacer conjeturas. Los indicios que ahora tenemos nos llevan a pensar que es un fallo técnico, pero las investigaciones prosiguen", añadió.

El avión, un Boeing 737/800, perdió contacto con la torre de control chipriota del aeropuerto de Larnaca (Chipre) 20 minutos después de su despegue, a las 9.07 horas (las 8.07 hora peninsular), con destino a Praga y escala en Atenas, donde debían desembarcar 67 pasajeros.

AVISO DEL PILOTO El piloto del aparato avisó a Larnaca de que tenía un problema con el sistema de refrigeración y presión en la cabina, y a partir de entonces se perdió el contacto con la tripulación. El Boeing entró en el espacio aéreo griego sin comunicarse con la torre de control de Atenas, que ordenó que dos F-16 interceptaran el aparato.

Los pilotos militares informaron de que vieron que el capitán no estaba en su puesto, el copiloto yacía inconsciente en la cabina y el avión volaba con el piloto automático. También divisaron máscaras de oxígeno en la zona de los pasajeros.

En los últimos momentos del vuelo, los pilotos de los cazas constataron que dos personas sin uniforme estaban en la cabina e intentaban asumir el mando del avión. Todo fue inútil. El aparato se estrelló minutos mas tarde, a las 12.04 horas, a medio kilómetro de la localidad de Gramatiko, y a siete del aeropuerto internacional de Atenas.

Aunque se temió que fuera un secuestro o un sabotaje, la causa más probable de la catástrofe fue un fallo en el sistema de refrigeración. Spiros Vutas, primo de Nikos Petridis, uno de los pasajeros muertos, relató a la TV griega que recibió un mensaje en su móvil en el que su primo le decía: "Tenemos frío. El piloto está azul. Vamos a morir. Adiós".

Los restos del avión fueron localizados por la tarde, así como los primeros cadáveres y las dos cajas negras. No había rastro de supervivientes. La mayoría de las víctimas son de nacionalidad chipriota. No había ningún español entre los pasajeros.

HISTORIAL DE PROBLEMAS Según los investigadores, el aparato tenía un historial de averías en el sistema de calefacción y compresión. La última de ellas, un fallo en el sistema de oxígeno detectado en un viaje entre la isla y Reino Unido, y otro en el sistema de refrigeración de regreso, en noviembre, de Varsovia.

La Comisión Europea destacó ayer la necesidad de mejorar las medidas de seguridad. A juicio del comisario de Transportes, Jacques Barrot, "se deben intensificar los esfuerzos para garantizar las más altas normas de seguridad para los pasajeros".

El avión se fabricó en 1998 y había volado para la filial de British Airways en Alemania, hasta que en el 2004 fue alquilado por Helios Airways. Hoy tenía programada la ruta Larnaca-Barcelona-Madrid-Larnaca.