La época de vacas gordas que España ha vivido en los últimos 15 años ha servido, por ejemplo, para dar un empujón al PIB por habitante hasta superar al de Italia. Pero apenas ha disminuido la pobreza del país. Y si se ha creado más riqueza y los que están por debajo del umbral de exclusión social son los mismos (casi el 20% de la población), cabe deducir que las distancias entre los que tienen una economía desahogada y los que pasan dificultades han aumentado. Según un estudio de Cáritas, los índices de pobreza infantil son de los más altos de la Unión Europea, la de los 25, sin Rumanía y Bulgaria. Y es que uno de cada cuatro niños vive en hogares por debajo de ese umbral.