"La élite nacional nunca ha ofrecido un episodio triste como ante la epidemia". La amarga conclusión de Elio Gaspari, columnista de O Globo y Folha de Sao Paulo, se relaciona con la controversia que mantiene en público el presidente brasileño Jair Bolsonaro con el ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta. El capitán retirado no ha tolerado su protagonismo ni que defendiera las cuarentenas decretadas por los gobernadores estaduales. En el medio de la pelea pública, que terminará antes del viernes con la salida de Mandetta del equipo presidencial, Brasil registró 204 nuevas muertes por covid-19 en las últimas 24 horas. El número de decesos es 1.736. Los contagios aceptados oficialmente no llegan a 29.000. Algunos expertos aseguran que hay 15 veces más de infecciones.

De un lado están las proyecciones que realizan las universidades de Brasilia y Sao Paulo. Pero, además, impera el sentido común. De acuerdo con Folha, los entierros de los cuerpos de personas que murieron bajo sospecha de ser víctimas del coronavirus ya superan la mitad de los entierros en 19 de los 22 cementerios del principal distrito económico del gigante sudamericano. Por otra parte, los seis hospitales públicos más grandes de la megalópolis y sus alrededores tienen una tasa de ocupación de camas de entre el 70% y 80%. La tasa de enfermería es del 83% de ocupación.

La salida de Mandetta se da como un hecho por los medios de prensa. El gobernador de Sao Paulo, João Doria, consideró que su dimisión sería un "desastre". Si ellos se van, advirtió, la salud pública entrará en una "situación de riesgo". Doria es un ardiente defensor del aislamiento social y uno de los blancos del presidente y su clan familiar. El diputado Eduardo Bolsonaro aseguró que el gobernador "ha implantado una dictadura y los culpables son exactamente los que siempre acusaron a JB (su padre)de autoritario!".

El Tribunal Supremo (STF) decidió miércoles por unanimidad que los estados y municipios tienen la autonomía para determinar el aislamiento social. El STF dio un paso que irrita al presidente. "Bolsonaro siempre se ha opuesto a todos los Gobiernos. Dijo que Fernando Henrique Cardoso debería haber fusilado. Votó por el juicio político de Fernando Collor (en los años noventa). Votó por la destitución Dilma Rousseff alabando al más infame de los torturadores de la dictadura. Nunca se han considerado proyectos o se han propuesto alternativas gubernamentales. Su plataforma es la guerra cultural", consideró Carol Pires en la revista Epoca.

Avanza la deforestación

El covid-19 gana las portadas de los diarios y telediarios. Solo el peso noticioso de la pandemia pudo relegar una noticia que provoca azoramiento. Cuando se está por cumplir un año de los incendios que se ensañaron con la Amazonía, se supo que la deforestación en esa región creció un 279% en marzo de 2020, en comparación con el mismo mes del año pasado. Según el Sistema de Alerta de Deforestación, se talaron 254 kilómetros cuadrados de bosque en el último mes. Este es el número más alto registrado en los últimos dos años. La tala fue una de las causas principales que facilitaron el avance de las llamas. Solo en la mitad de 2019, Brasil perdió casi 3000 kilómetros cuadrados de dosel arbóreo.