Los dos miembros del servicio de extinción de incendios de la Xunta fallecidos hoy en Fornelos de Montes (Pontevedra) tenían 27 y 35 años y llevaban cinco y siete campañas de experiencia en la lucha contra los incendios forestales, ha informado hoy el Ejecutivo gallego. Los conselleiros de Presidencia y de Medio Rural, Alfonso Rueda y Samuel Juárez, han explicado en una comparecencia ante los medios en Pontevedra, retransmitida por la Radio Galega, que todo parece indicar que el incendio ha sido provocado, por lo que han calificado lo sucedido como un "acto criminal".

Juárez ha indicado que el incendio comenzó sobre las 22.30 horas y que los fallecidos formaban parte de la primera brigada que acudió al lugar, sobre las 22.49 horas. Todavía se desconocen las causas por las que se separaron del grupo, ya que a las 23.05, quince minutos después de llegar, ya se dio la primera alarma de que se había perdido el contacto con ellos. Diez minutos después de la medianoche, los brigadistas fueron encontrados muertos por sus compañeros.

El conselleiro ha indicado que según los técnicos, "no era un incendio complejo inicialmente", aunque más tarde se complicó porque la brigada se concentró en buscar a los compañeros mientras el fuerte viento avivaba las llamas. Juárez ha afirmado que hay abierta una investigación judicial para esclarecer las causas de la muerte, y explicó que también se pondrá en marcha una investigación interna para averiguar lo sucedido. "La única lucha contra el fuego es contra los incendiarios, que se convierten en potenciales asesinos", ha dicho Rueda, quien ha recordado que según el informe de la Fiscalía de Galicia, el 70 por ciento de los incendios forestales son provocados.

Ambos conselleiros han transmitido las condolencias a las familias de los fallecidos y les han ofrecido ayuda psicológica, según han indicado. Rueda también ha dicho que ha pedido al delegado del Gobierno, Antón Louro, que se intensifiquen las labores para perseguir a los incendiarios. El incendio todavía está activo y sin control, aunque ya no hay peligro, según Juárez, quien ha explicado que la orografía dificulta la extinción de algunos pequeños focos.