La policía visitó ayer a Britney Spears en su casa de Malibú para que explicase por qué conducía con su hijo Sean, de cinco meses, en las rodillas por Los Angeles. Los agentes fueron a casa de Spears por orden del departamento que atiende a las familias y los niños. Según las normas en Estados Unidos, los niños menores de 6 años deben viajar en la parte posterior del coche y en un asiento acondicionado.