Nueva entrega de alarmismo nuclear de la Comisión Europea y el comisario de Energía, el conservador alemán Gün- ther ttinger. Tras haber asegurado en los últimos días que la situación en Japón es "apocalíptica" y que el destino de la central de Fukushima ya "solo está en las manos de Dios", ttinger vaticinó ayer que "no todas" las centrales nucleares europeas superarán con éxito las pruebas de seguridad que se realizarán durante este año.

ttinger no dio más detalles y no precisó en qué centrales estaba pensando cuando ponía en duda su seguridad. Su declaración provocó la respuesta inmediata e indignada de Francia, que concentra el mayor número de nucleares de Europa. "Estoy sorprendido y escandalizado por esas declaraciones que llevan a inquietar a los ciudadanos y a sembrar el descrédito sobre la industria nuclear", dijo el ministro francés de Energía, Eric Besson.

El presidente de la Comisión, el también conservador José Manuel Durao Barroso, se ha negado hasta ahora a criticar o a desautorizar las declaraciones de ttinger.

EEUU se sumó ayer, por su parte, al bando de los precavidos. El presidente Barack Obama anunció que ha ordenado una revisión "exhaustiva" de las 104 plantas nucleares del país para confirmar que pueden resistir desastres naturales como terremotos o tsunamis, aunque subrayó que las centrales estadounidenses están diseñadas para afrontar "contingencias extremas".

En España, el portavoz del PP Esteban González Pons declaró que si con lo ocurrido en Japón "se demuestra que la energía nuclear no es segura, habrá que descartarla", ya que a su juicio la seguridad "es mucho más importante que la economía". La ministra de Medio Ambiente, Rosa Aguilar, pidió "tranquilidad sobre la seguridad de las centrales españolas".