TLtos maridos están como tontos con los cacharrinos. Las esposas llaman cacharrinos a esos aparatinos que vuelven locos a los maridos: el GPS, el USB, el MP3, el Router o el Wifi, que no es un aparato, pero que ellas, siempre tan irónicas, engloban dentro del conjunto de los cacharrinos. Alguien podría pensar que estoy llamando indocumentadas a las esposas, pero nada más lejos de mi intención. Sólo son pragmáticas. Es decir, mientras a nosotros se nos llena la boca mascando expresiones ininteligibles del tipo usbgpsmp3 , ellas usan las nuevas tecnologías, pero sin fantasmadas. Una esposa coge el USB, descarga los archivos del ordenador doméstico y se los lleva al trabajo, pero mientras que el marido lo anuncia con aires de ingeniero de la Nasa: "Acabo de almacenar 15 megas de información a 480 Mbits en mi USB"; ellas comentan el tema como quien pide que le pasen el aceite: "Trae el cacharrino que me lleve los bichinos".

Las esposas valoran en su justa medida las novedades tecnológicas y cuando ellas desprecian los GPS sospecho que por algo será. Así, mientras los maridos enloquecen cada vez que conducen y la voz atiplada de la señorita les comunica que se han equivocado en la rotonda, ellas mascullan que vaya tontería, que ellas ya se habían dado cuenta sin necesidad de GPS. Aunque lo que peor llevan es que la señorita de tonillo metálico las vaya avisando: "Tuerza a la derecha, gire a la izquierda, siga recto...". Dicen, con razón, que para marearlas con consejos de conducción ya tenían a sus maridos y no necesitaban ningún cacharrino.