Rabia, abandono e impotencia son sentimientos compartidos por la mayoría de los vecinos de las localidades valencianas de N quera y Serra. Nada más detectarse el incendio, muchos se movilizaron contra las llamas y llegaron a pensar que las habían vencido. Pero no fue así. Vicente Alarcón, que estuvo colaborando en las labores de extinción, confirmó que "el cambio de viento" fue "la causa de que el fuego se dirigiera hacia N quera", pero achacó su extensión a la tardanza de los aviones. "Si hubieran acudido a las nueve de la mañana, se habría controlado. A las once, las llamas eran de 50 metros", aseguró Alarcón.

Otros, incluso, vieron errores antes. "A las tres de la mañana lo teníamos controlado pero dejaron de bombear agua de las cubas porque decían que no era necesario", dijo Salvador Barber , vecino de una urbanización afectada. Barber pudo ver que el origen del incendio era "una línea recta, como si hubieran echado gasolina y hubiesen prendido fuego".

La supuesta pasividad de los bomberos también encrespó los ánimos.