Estudiaban previamente a sus víctimas, asaltaban su vivienda, amordazaban y maniataban a todas las personas presentes, amenazaban con armas de fuego, cúters o un manchete y utilizaban mucha violencia para conseguir el mayor botín en el menor tiempo posible. Dos meses después de su presunto último robo conocido, cuatro dominicanos fueron detenidos el jueves en Hospitalet de Llobregat por agentes de la policía autonómica. Hoy pasarán a disposición judicial acusados de robo con violencia y detención ilegal.

Los cuatro malhechores están relacionados con al menos dos robos. El primero, a principios de noviembre del año pasado, a un empresario jubilado en un piso de la calle de Severo Ochoa de Hospitalet. El segundo, más sofisticado, a un conocido constructor en Vilassar de Dalt. En uno de los asaltos, el botín ascendió a unos 20.000 euros.

Según explicó ayer Carles Falcó, inspector jefe de del área de investigación de la policía autonómica, los cuatro asaltantes querían "asustar lo máximo posible a sus víctimas. Incluso llegaron a calentar una plancha amenazando con estamparla en la cara de una de ellas".