Uno de los mayores robos de joyas de la historia de España, con un botín de 23 millones de euros, ha quedado resuelto, según la Policía Nacional, que ayer informó de la detención de 17 personas relacionadas con el atraco a una empresa de alta relojería de Madrid en diciembre del 2012. La operación, sin embargo, continúa abierta.

Los ladrones sustrajeron 1.710 relojes de lujo suizos del almacén de una distribuidora de joyería, a plena luz del día y con las contraseñas necesarias para acceder al local, ubicado en el distrito de Ciudad Lineal. Los autores del robo lograron acceder a la cámara acorazada, donde se guardaban los relojes, sin ser detectados por los sofisticados sistemas de seguridad de la empresa. Una vez en la estancia correcta, utilizaron una lanza térmica para sustraer las piezas, que tenían un valor en el mercado cada una de entre 2.000 y 270.000 euros.

El botín total fue de 1.710 relojes de prestigiosas marcas suizas valorados en más de 23 millones de euros. La venta de todo el material habría reportado a los ladrones unos 7 millones de euros, ya que el precio en el mercado negro cae hasta el 30% del valor real, según explicó ayer el jefe superior de la Policía de Madrid, Alfonso José Fernández Díez.

La policía investiga aún cómo lograron las claves para acceder al interior del recinto aunque descarta la participación de algún trabajador de la empresa robada. A los investigadores, según Fernández Díez, les resultó muy difícil rastrear el golpe, que fue planificado y cometido con extrema profesionalidad, habilidad y discreción.