La Guardia Civil y la Policía Nacional han detenido en la localidad alicantina de Benidorm a nueve miembros de un clan familiar que robaban haciéndose pasar por policías, principalmente a turistas, y que actuaban en distintas comunidades autónomas, según un comunicado del Ministerio del Interior.

Los sospechosos, cuatro mujeres y cinco hombres, de nacionalidad iraní, han sido arrestados en la operación Renacidos-Venus II, desarrollada conjuntamente entre la Policía Nacional y la Guardia Civil.

Los arrestados, cuatro de los cuales se encontraban en situación irregular en España, usaban coches de color oscuro, con lunas tintadas y leds azules, en un intento de imitar a vehículos oficiales camuflados.

A los detenidos se les atribuye la autoría de al menos 15 delitos de robo con fuerza e intimidación y tres en grado de tentativa, así como los delitos de usurpación de funciones, pertenencia a grupo criminal, falsificación de documentos, desobediencia grave y blanqueo de capitales.

Este grupo estaba asentado en Benidorm, aunque cometía los delitos por distintas comunidades autónomas para tratar de despistar a los investigadores.

PLACAS FALSAS

En sus golpes, los ladrones se hacían pasar por policías, mostrando placas de policía falsas a sus víctimas, principalmente turistas, que desconocían las identificaciones y procedimientos de actuación de los distintos cuerpos españoles.

Actuaban en parejas, recorrían grandes distancias en sus denominadas 'patrullas' y localizaban a sus víctimas potenciales en polígonos industriales, zonas turísticas e inmediaciones de hoteles.

Una vez se identificaban, procedían a cachear a los perjudicados, y les sustraían el dinero y las joyas que portaban.

Cambiaban constantemente de vehículos y actuaban como máximo durante una semana en la misma zona, para evitar ser pillados.

Actualmente se están realizando gestiones para devolver los efectos sustraídos a sus propietarios.