Cincuenta y una personas han sido detenidas en España y otras 24 en Francia acusadas de introducir ilegalmente a ciudadanos chinos en Europa y Estados Unidos a cambio de sustanciosas cantidades de dinero. La red, que tenía a sus dos máximos responsables europeos afincados en Barcelona, utilizaba el aeropuerto de El Prat como puerta de entrada hacia otros destinos.

Según las policías española y francesa, que han coordinado la operación, los clientes eran captados en China, donde se comprometían a abonar entre 40.000 y 50.000 euros por los servicios de la organización, lo que muchas veces les iba a suponer una deuda de por vida.

Gracias a una estructura muy jerarquizada, la red facilitaba a sus clientes documentos falsos y guías que les llevaban por los aeropuertos y pasos fronterizos con visados trucados o haciéndoles pasar por turistas. Cada cierto tiempo, cambiaban las rutas y los procedimientos para evitar ser detectados.

Gracias a ese celo, según reconoce la policía, la estructura no ha podido ser desmantelada hasta ahora, pese a que la investigación se inició en el 2011. Algunos de los guías llegaban a China solo para hacerse cargo de un grupo y después regresaban a sus países de origen, generalmente Malasia.

Era en China donde la red confeccionaba los pasaportes falsos de diversos países asiáticos que después se remitían a Europa. La banda introducía a sus víctimas en Francia, Grecia, Italia, el Reino Unido, Irlanda y Turquía, pero también en Estados Unidos, con documentos trucados de Corea, Malasia, Japón, Hong Kong o Singapur.

TRAMPOLIN El aeropuerto de El Prat era la última escala de los viajes y el trampolín por unos días para alcanzar el destino final. En Barcelona es donde la policía ha detenido a los dos máximos responsables de la red en Europa. Otras 49 personas relacionadas con la banda han sido detenidas en Madrid, Girona, Alicante, Mahón, Málaga y Reus. En Francia han sido detenidos 24 implicados.

En los registros de los domicilios de la red en Barcelona los agentes se han incautado de numerosos documentos falsos, entre ellos 81 pasaportes, y diverso material utilizado para la falsificación, como una lupa electrónica, una lámpara de luz ultravioleta, 22 sellos de caucho de diversos puestos fronterizos falsificados y tampones de tinta para su estampación.