Las fuerzas de seguridad han desarticulado una red mundial dedicada al tráfico de drogas de síntesis, han detenido en varios países a 67 personas, 35 de ellas en España, y se han incautado de 644.174 pastillas de éxtasis, de las que 240.081 fueron decomisadas en territorio español, informa Efe.

El ministro del Interior, Angel Acebes, dio cuenta en conferencia de prensa de esta operación, denominada Pastilán y en la que, además de la Guardia Civil y de la Policía, han participado fuerzas de seguridad de Francia, Bélgica, Estados Unidos y México.

Según explicó el ministro, la red, dirigida fundamentalmente por dominicanos, utilizaba España como mercado y también como escala en los tránsitos de droga entre Europa y Estados Unidos, y contaba con varias células interconectadas que elaboraban, transportaban y distribuían las pastillas.

EL ORIGEN, EN HOLANDA

Según el resultado de las investigaciones, el éxtasis se elaboraba en Holanda, desde donde se transportaba a España mediante personas que actuaban como correos, generalmente reclutados del mundo marginal y drogodependientes, y después éstos la trasladaban a Estados Unidos.

El viaje de regreso de Estados Unidos era también aprovechado por los correos para traer desde los países andinos hasta España clorhidrato de cocaína, que vendían para adquirir después éxtasis.

La investigación comenzó en España en mayo de 2001, dirigida por el Juzgado de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional y la Fiscalía Antidroga y coordinada por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, y en colaboración con las policías de Francia, Bélgica, Estados Unidos y México.

De los 67 detenidos, 35 fueron arrestados en España (28 de ellos de nacionalidad española), siete en Bélgica, cuatro en Francia y 21 en Estados Unidos.

Las 644.174 pastillas han sido localizadas, además de en España

(240.081), en Estados Unidos, con 190.640 unidades; en Bélgica, con

164.053 pastillas interceptadas, y en Francia, donde se han encontrado 49.400.

Los cabecillas de la red de narcotraficantes eran, en su mayoría, de nacionalidad u origen dominicano con residencia en los Países Bajos.