Un extremeño natural de Villafranca de los Barros, Ernesto H. G., ha sido detenido junto a otras once personas de nacionalidad rumana y española acusadas de varios delitos relacionados con la prostitución, inmigración ilegal y coacciones. La banda captaba jóvenes en Rumanía y las trasladaba a España donde eran obligadas a prostituirse. Las mujeres eran violadas, y en una ocasión en que una de ellas quedó embarazada fue obligada a abortar y a volver a prostituirse al día siguiente.

Según informó la Dirección General de Policía, la investigación se inició cuando los investigadores de la Comisaría General de Extranjería y Documentación conocieron que un grupo de ciudadanos rumanos liderado por un individuo conocido con el nombre de Paul, que captaba mujeres jóvenes en su país de origen y una vez en España las coaccionaban para que ejercieran la prostitución en locales de alterne.

Las chicas eran vigiladas por mujeres de confianza de la organización, conocidas comúnmente como "controladoras", que ejercen igualmente la prostitución en el local y a la vez se encargan de controlar el "trabajo" de las víctimas y de retirarles las ganancias obtenidas de este modo, que hacen llegar al líder del grupo.

LAS VIOLABAN El jefe de la organización, el citado Paul , que se identifica a sí mismo como Lica S., violó al menos a tres de las jóvenes como medio para coaccionar y amedrentar a las mujeres a fin de que ejercieran la prostitución. En uno de los casos la víctima quedó embarazada como resultado de esa agresión, y fue obligada a abortar, tras lo cual al día siguiente tuvo que volver a prostituirse.

Tras las investigaciones realizadas, los agentes averiguaron que Lica S. (alias Paul ) se alojaba en un hotel de la Gran Vía madrileña, y se movía acompañado de varios ciudadanos rumanos que le servían de conductores y escoltas. Además, éstos trasladaban a las mujeres a un domicilio de Madrid, sito en la calle de la Ballesta, para llevarlas luego a un club de alterne de Ciudad Real donde eran obligadas a prostituirse, vigiladas por una mujer llamada Gheorgheta, que les retiraba las ganancias para entregarlas a Paul en Valdepeñas.

El pasado día 5, la Policía detuvo a Lica S. junto a dos de sus guardaespaldas, y Gheorgeta S. Tras la detención de ésta se personaron en las dependencias de la Comisaría Local de Valdepeñas trece mujeres que manifestaron haber sido victimas de la red desarticulada, por lo que se procedió a tomarles declaración. Posteriormente fue arrestado el resto de la banda.