Tras un año de investigación, las policías italiana y española han detenido a 36 personas --la mayoría, de origen latinoamericano-- por pertenecer presuntamente a una mafia dedicada al tráfico de drogas y a la prostitución. Dos de los arrestados residían en España. Son los capos Herber M. R., colombiano de 38 años y con domicilio en Riudellots de la Selva (Selva), y Pedro Iván R. M., de 23 años, misma nacionalidad y con domicilio en Castellón. Entre los detenidos, hay un suboficial del Ejército colombiano.

La Dirección General de la Policía (DGP) informó ayer de que en el dispositivo han participado 450 agentes italianos, ayudados por el servicio de prevención antimafia. En España, han colaborado más de 50 policías de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado. En total, los agentes han efectuado 120 registros domiciliarios, en los que localizaron más de cuatro kilos de coca.

La operación comenzó hace un año en Udine (Italia), donde fueron arrestados ocho miembros de la mafia. Los agentes descubrieron un "consolidado canal" para la adquisición de cocaína desde Colombia y su posterior venta en Italia y España.

Fuentes de la DGP explicaron que 23 de los arrestados tenían su origen en Buenaventura (Colombia), aunque residían en varias ciudades de Italia. Otros ocho eran de nacionalidad italiana. Esas mismas fuentes añadieron que los responsables de la red eran propietarios de diversos clubs de alterne, donde ejercían la prostitución mujeres extracomunitarias. Los investigadores descubrieron la conexión entre Italia y Colombia para la importación de cocaína. Esta era traslada en mulas (personas que la transportan en su interior) y mediante envíos postales.

EL TRANSPORTE La policía también averiguó que los mafiosos transportaban la droga impregnada en ropa y objetos, que eran más tarde sometidos a un proceso químico para la extracción. Los responsables de la red, además, extorsionaban a ciudadanos colombianos, a los que amenazaban con ajustes de cuentas. Fuentes de la DGP destacaron que la operación

"ha evitado varios homicidios".

La droga se distribuía en los apartamentos en los que se ejercía la prostitución, así como en los clubs de alterne. La investigación sigue abierta, ya que otros dos colombianos con permiso de residencia han sido localizados en otro país.