Los catalanes pagan alrededor del 25% del total de la tarifa eléctrica, y, por tanto, el mismo porcentaje por actividades de distribución. Sin embargo, Cataluña solo recibe el 15% del gasto destinado a la red que lleva la luz a los hogares y empresas. Esta situación supone un "agravio comparativo", según la Cámara de Comercio de Barcelona, que ha pedido en un documento a la Generalitat que presione al Gobierno central para acabar con esa situación de déficit.

Esta institución presentó ayer un estudio dentro de la Memoria Económica de Cataluña 2006 en el recoge las deficiencias en el terreno energético que sufre la región y reclama actuaciones para corregirlas. La situación en cuanto a la inversión en distribución comporta "que la calidad del servicio y las capacidades de la red sean más bajas de lo que le corresponde", señala el estudio de Jordi Dolader, exconsejero de la Comisión Nacional de Energía.

Por otra parte, tanto las eléctricas como los seguros prevén este tipo de situaciones. Fecsa-Endesa atiende por teléfono y en sus oficinas y puntos de servicio las reclamaciones. En casos como este la norma prevé descuentos en el recibo, así como ayudas por pérdidas en el caso de alimentos refrigerados y de daños en electrodomésticos. Se ignora cómo lo cuantificará.