Laura Dekker no es la única adolescente en querer realizar una hazaña que hasta hace poco solo parecía terreno de aventureros curtidos. El pasado mes de mayo, el niño canadiense Jordan Romero holló la cima del Everest, la montaña más alta del mundo. Con sus 13 años de edad, siempre será el más joven en coronar la cima, ya que el Gobierno de Nepal, igual que antes el de China, ha elevado ahora la edad mínima a 16 años para poder realizar una hazaña similar. Ya ha pasado a la historia.