Los centros de retención de inmigrantes de las Canarias han quedado desbordados por la oleada de cayucos, según reconocieron ayer por primera vez fuentes de la delegación del Gobierno en las islas. Las últimas llegadas masivas han hecho que esas instalaciones, pensadas para unos 2.000 inmigrantes, tengan que alojar a los 4.300 que hay en la isla, el doble de su capacidad.

Estas instalaciones del archipiélago actualmente alojan a 3.011 personas, es decir, un millar más de los que deberían acoger. Y a ese excedente habrá que sumar los 796 inmigrantes llegados a las islas las últimas 24 horas, además de los 578 extranjeros que permanecen en la Comisaría de Playa de las Américas, en Tenerife, a la espera de ser trasladados a un centro. En total, la Administración ha de encontrar salida en breve a un excedente de 2.300 inmigrantes. El mayor centro de retención es la instalación provisional instalada en Las Raíces, un antiguo cuartel militar en Tenerife, que acoge a 1.019 inmigrantes. Este centro, con más capacidad, es el comodín de las autoridades para hacer frente al colapso.

El resto de inmigrantes se reparte entre distintos centros permanentes en Santa Cruz de Tenerife (296), Fuerteventura (844) y Gran Canaria (852).

El buen estado del mar hace que las condiciones sean propicias para que en las próximas horas lleguen más cayucos y pateras al archipiélago canario, según reconoce la Delegación del Gobierno.

Un varapalo para las autoridades canarias ha sido la llegada de nuevo de pateras a la isla de Fuerteventura, a donde no arribaban inmigrantes desde hacía más de dos meses. En concreto, el lunes llegaron tres pequeñas barquillas, con 119 ocupantes en su interior, incluidas seis madres con sus bebés, posiblemente procedentes de la costa del Sahara Occidental. Además, la embarcación de la Guardia Civil Río Duero, encargada de patrullar aguas de Mauritania, rescató ayer a 25 inmigrantes ilegales que llevaban 20 días de travesía.