Casi 400 personas han llegado a Canarias en 13 pateras desde que España se declaró en estado de alarma para contener la propagación del coronavirus, con lo que el flujo de inmigrantes por mar hacia las islas vuelve a sus ritmos más altos tras una quincena de parón total. Solo ayer llegaron dos embarcaciones con 54 personas, siete de ellas menores de edad.

Desde el 5 marzo, cuando se rescató un cayuco con 48 personas al sur de Gran Canaria, hasta el 20 del mismo mes, cuando se socorrió a otro con 45 en la misma isla, no llegó ni una sola patera al archipiélago, pese a que el promedio con el que había comenzado el año era de 12 embarcaciones y más de 300 inmigrantes por quincena.

En la última semana de febrero y la primera de marzo se produjeron dos fenómenos que parecieron frenar temporalmente la salida de pateras, que tardan unos cinco días en llegar a Canarias desde su punto de partida más frecuente, Dajla (Sahara).

Primero, hubo un temporal de calima y siroco sin precedentes en Canarias en casi 40 años que hizo inviable la navegación para ese tipo de barquitas (en las islas el tráfico aéreo se suspendió dos días). Luego, Marruecos adoptó sus primeras medidas de confinamiento por la epidemia de coronavirus y puso a sus fuerzas de seguridad a patrullar las calles para vigilar que se cumplía.

CINCO DÍAS DE VIAJE / El 14 de marzo, España declaró el estado de alarma y todos los españoles recibieron instrucciones de quedarse en casa y la mayor parte de negocios y empresas comenzaron a parar su actividad. Teniendo en cuenta el tiempo que tardan las pateras en llegar a Canarias (cuatro o cinco días desde Dajla, una semana o más desde Mauritania), las llegadas de los días 20, 21 y 25 de marzo muestran que algo comenzó a cambiar ese fin de semana.

El 20 llegó un cayuco desde Nuadibú con 45 personas. El 21, una patera desde Dajla con 21 y el 25, otras dos barcas desde el Sahara con 71 personas. Y después siguió: una patera el 26 de marzo, tres el 27, una el 30, dos el 31 y dos ayer. En total, desde que España está en estado de alarma han llegado a Gran Canaria, Tenerife y Fuerteventura 13 embarcaciones con 392 personas. La ruta atlántica hacia Canarias se reactivó el pasado mes de agosto ante el aumento de los controles en el Estrecho de Gibraltar y el Mar de Alborán, donde el flujo de inmigrantes ha caído a la mitad. El balance total de llegadas desde el 1 de enero asciende a 1.622 personas en 56 barcas.

NI VUELOS, NI INGRESOS / Desde que comenzó el confinamiento, los vuelos de repatriación a Mauritania se han suspendido y ningún nuevo inmigrante ha sido recluido en los Centros de Internamiento para Extranjeros (CIE) de Gran Canaria y Tenerife. Además, el juez Arcadio Díaz Tejeda, exsenador y exDefensor del Pueblo canario, ordenó el martes que se desaloje el CIE de Gran Canaria al detectar que sus condiciones de «hacinamiento» favorecen la propagación del coronavirus. Las personas hasta ahora allí recluidas deben ser realojadas, en plazas de carácter social-humanitario.

El juez recordó que los extranjeros «encerrados en la antigua cárcel de Barranco Seco» están allí sin haber cometido delito alguno» a la espera de que se ejecuten sus órdenes de repatriación, que por el estado de alarma no se pueden realizar.