Una de las novedades del Libro de estilo es la ampliación de las voces femeninas para evitar el sexismo sin recurrir a ejercicios de ingeniería lingüística, como la sustitución del masculino genérico por desdoblamientos inapropiados y agramaticales (*los niños y las niñas, *los padres y las madres).

El nuevo manual incluye algunas voces que se refieren a cargos, profesiones o títulos en otro tiempo solo asociados a los hombres, tengan o no registro académico: cancillera, coronela, fiscala, generala y jueza.