TLteo en este periódico el lanzamiento de un videojuego llamado canis canem edit (perro come perro). Se me van los ojos detrás del latín, pero para una vez que usan una lengua clásica es para un esperpento. El juego trata de un chaval algo agresivo, que tiene que sobrevivir al acoso de profesores y alumnos, enfrentándose a matones para sobrevivir. Todo en un centro educativo.

El título iba a ser Bully , por el término inglés para el acoso escolar, pero al final les ha parecido poco apropiado. Lo que no explican es si lo otro les parece mejor, lo de las peleas entre compañeros o los insultos y vejaciones de los profesores. Lo bueno es que no hay sangre, así al menos pueden jugar menores de dieciocho años. Un alivio.

Dice la empresa que el protagonista es un poco violento pero que no es mal tipo. Claro que quién es malo en este mundo. Malo es el que mata a su familia y se carga a media ciudad antes del desayuno. Los demás, los que pegan a los pequeños o prenden fuego a las aulas son solo eso, buenos tipos con un mal día.

No acabo de entenderlo, así que no puedo explicárselo. Fin al acoso escolar, dicen, pero permiten este juego. Lo que sí puedo hacer es sugerir otros, con título en latín, por supuesto. Tenemos el in vino veritas , que es total, con un conductor bebido que tiene que esquivar niños a la salida del cole, o el carpe diem , que va de a ver quién se coloca antes sin morir de sobredosis. Igual de lúdicos, y con su poco de espanto.

Hay en el canis canem edit un modo llamado humillación que te permite retorcer un brazo al vencido. Para que luego digan que la realidad no supera a la ficción.