La mayoría de izquierda del Parlamento local volvió a poner ayer a la capital de México a la cabeza de América Latina al conseguir la reforma de un Código Civil que ahora reza simplemente: "matrimonio es la unión libre de dos personas". Así, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) aprobó la reforma de seis artículos del código local para permitir no solo los matrimonios entre homosexuales, sino también su derecho a adoptar hijos.

Hicieron falta varias horas de acalorada discusión, y mutuos cuestionamientos acerca de las preferencias sexuales, para acabar con la eliminación de los términos hombre y mujer. La votación a favor casi dobló a la contraria (39 a 20) en medio de los gritos de "¡sí, se pudo!" de decenas de miembros de colectivos de homosexuales que exhibían banderas en la tribuna del hemiciclo. El conservador Partido Acción Nacional (PAN), que gobierna a nivel federal y al que pertenece el presidente del país, Felipe Calderón, anunció de forma inmediata que recurrirá la reforma "por inconstitucional".

Distintos sectores reaccionaron airados ante lo que supone un dardo en el corazón de una sociedad sumamente machista. El Colegio de Abogados anunció también su recurso y, a través del cardenal Norberto Rivera, la Iglesia condenó los cambios por "inmorales" y por suponer una "aberración absolutamente inadmisible", sobre todo por la "perversa posibilidad de que estas parejas puedan adoptar a niños inocentes". El único alivio para el cardenal Rivera es que las uniones homosexuales "no tienen futuro", porque "son pocos" los que recurren a esa fórmula.

COMO EN ESPAÑA En la capital de México han sido 623 las parejas que durante casi tres años se han acogido a la ley de sociedades de convivencia que, a modo de primer paso, aprobó también la ALDF en enero del 2007. En el debate parlamentario se tuvo ayer muy en cuenta un dictamen que señala que en países latinoamericanos como Argentina y Uruguay se permiten las uniones civiles y ciertos derechos a las parejas del mismo sexo, pero que tal medida no equivale a un matrimonio, como sí sucede en algunos países europeos --como Holanda, Bélgica, España, Noruega y Suecia--, Suráfrica, Canadá y algún estado de EEUU.

También el estado norteño de Coahuila facilita las uniones civiles. No obstante, las fuerzas conservadoras esperan ahora, como también aguarda el cardenal, que esta reforma capitalina "sea el antídoto" para que los demás estados "no sigan este perverso ejemplo". Como ya ocurrió con la despenalización del aborto, que fue aprobada también por el legislativo de la capital en el 2007, pero que, a continuación, provocó un movimiento de reacción que ha acabado por imponer leyes regresivas en la mayor parte del país.