El recién liberado capitán Apostolos Mangouras, obligado a vivir en España hasta que se celebre el juicio del caso Prestige , ha escogido para alojarse en A Coruña el mismo hotel que ocupan los miembros del Gobierno cuando viajan a la ciudad gallega. En su primer día fuera de la cárcel, el viernes por la noche compartió el Meliá María Pita de A Coruña con el vicepresidente Mariano Rajoy y el comisionado para el Prestige , Rodolfo Martín Villa, dos de los hombres del Gobierno que lo quiere ver entre rejas. Su principal acusador, el ministro de Fomento, Francisco Alvarez-Cascos, también ha pernoctado en el hotel las pocas veces que ha viajado a Galicia desde la crisis.

Por el momento, no es fácil que Mangouras y los responsables del Gobierno compartan manteles o sales, porque, salvo para salir a la calle, el capitán no abandona apenas su habitación. El primer día de libertad, pidió que le sirvieran allí todas las comidas. Su presencia se hace, sin embargo, notar. Cuando ha abandonado el hotel, lo ha hecho siempre hasta ahora acompañado por una letrada y por un escolta. El capitán cumplió por vez primera, el sábado a las 13.00 horas el ritual que deberá repetir cada día de su vida hasta que el caso Prestige esté resuelto. Se personó en comisaría, firmó y se volvió hacia el hotel. En los próximos días está previsto que lo visiten sus familiares.