Pocas experiencias cinematográficas son comparables a El padrino , una o tres películas, como se desee, que a lo largo del tiempo fraguó Francis Ford Coppola: las dos primeras partes en los años 70 y la última en los noventa. Todas pueden contemplarse como una meditación sobre los mecanismos del poder. Durante tres días, el centro cultural Capitol de Caja Duero en Cáceres propone la visión de las tres obras cinematográficas. Hoy se exhibirá El padrino , mañana, la segunda parte y el miércoles la tercera. Las sesiones comenzarán a las 20.30 horas y la entrada es gratuita, limitada por el número de plazas del centro.

El ya famoso comienzo de la película, la celebración de una boda, es un resumen del microcosmos en el que bucea Coppola: la familia, la corrupción, la realidad y lo que ésta oculta. El filme respaldó la trayectoria de Marlon Brando y dio impulsos definitivos a actores como Al Pacino y Robert de Niro. Aunque existe un montaje distinto del original que presenta la historia con un orden cronológico, tal y como se fueron estrenando los tres títulos el primero se sitúa en los años cincuenta, el segundo avanza a los sesenta y lo alterna con la historia italiana de la familia Corleone antes de emigrar a Estados Unidos. El tercero está ambientado en los años ochenta y sigue la trayectoria del heredero (Al Pacino) y su sucesor (Andy García).