Hay un Guillermo Summers (Sevilla, 1941) más allá del mito de la pequeña pantalla. Que esté por descubrir depende de para quién, aunque lo que sí está claro es que levanta expectación allá donde va y su afabilidad responde con la más sincera cercanía que le sale de dentro. Así se ha presentado estos días en Villafranca de los Barros, donde inauguraba en la noche del lunes su exposición LaTa Uromaquia, como primer plato del Ciclo Noches de Toros que se celebra hasta el viernes en la casa de la cultura de la localidad.

Más allá de la espontaneidad y su sinceridad al considerarse amante de lo extremeño, a pesar de ser sevillano, Summers se mostró agradecido por estar en esta tierra, y en Villafranca donde tiene grandes amigos. Trae a Extremadura parte de su serie denominada LaTa Uromaquia, cuyo nombre responde a que son escenas taurinas construidas a partir de latas de refrescos. No podía ser de otra forma dado que, de pequeño, Guillermito siempre quiso ser torero, profesión que se le quitó de la cabeza al mudarse con sus padres a vivir a la capital de España.

"Lo de las latas fue una ocurrencia casual, descubrí que eso que para el resto parecía ser solo basura, podía ser la base de un trabajo supuestamente artístico". Así comenzó la historia de la muestra en boca del propio autor.

No se considera entendido en el mundo del toro pero sí defensor de éste como fiesta nacional. "En estos cuadros, donde aparecen las latas de refrescos tal cual estaban cuando las encontré, se pueden representar las luces y sombras de la fiesta taurina", explicaba mientras observaba maravillado la infraestructura del edificio que acoge su exposición hasta el próximo día de Reyes, el 6 de enero. Se trata de una muestra que ya se expuso en Sevilla, después en El Puerto de Santa María (Cádiz) y en Córdoba, lugares en donde se fue vendiendo gran parte de la colección, con lo que a Villafranca llegan una treintena de obras que son representativas de esta peculiar forma de entender los toros.

La televisión, un hobby

Tras cuarenta y un años en el mundo de la televisión, Guillermo Summers considera que ese fue su verdadero hobby. "Yo era pintor y tuve que dejarlo para dedicarme a la tele, ahora que puedo volver a hacer lo que me gusta, estoy en ello", aseguraba.

Además de las obras que pueden apreciarse en esta exposición, Summers explicaba que se encuentra inmerso en otras tareas artísticas, en este caso la escultura aunque siguiendo la estela que ha marcado la reciente trayectoria pictórica.

Trabaja modelando restos que halla para convertirlos en cosas escultóricas y es que opina que "del deshecho al hecho no hay tanto trecho", por eso a sus nuevos trabajos los llamará genéricamente Cosas de la mar y la mar de cosas , puesto que también todo aquello que recoge de la orilla del mar sirve de apoyo a su obra.