El asesino confeso de Marta del Castillo, Miguel Carcaño, ha reconocido hoy durante la segunda jornada del juicio por la violación y asesinato de la joven que hizo dos llamadas al móvil de la víctima, sabiendo que estaba muerta, "para justificarse".

Carcaño ha declarado hoy con gran frialdad durante más de dos horas ante el tribunal que le juzga y ha volcado todas las culpas sobre su amigo también acusado Samuel Benítez, que supuestamente se encargó de arrojar el cuerpo al Guadalquivir después de trasladarlo en un coche de su tío junto con el menor apodado El Cuco.

Samuel le contó que habían arrojado el cuerpo al río "en la pasarela de Camas", pero luego no pudo hacerle más preguntas porque, cuando coincidieron en Comisaría, su amigo le dijo que no hablaran y no tuvieran "ningún contacto", ha indicado.

Carcaño ha exculpado en todo momento a su hermano, Francisco Javier Delgado, a quien "no dijo nada" y le "mintió" sobre los hechos porque, de haber sabido algo, "habría llamado a la Policía".

Ha reconocido que en alguna de sus ocho versiones exculpó a Samuel porque le había ayudado a deshacerse del cuerpo, pero ha añadido: "Ahora que cada uno asuma su culpa por lo que hizo, como yo asumo la mía".