DOS años y nueve meses es la pena impuesta por un juzgado de Sevilla al empresario ecijano que grababa con una cámara oculta a clientas y empleadas en el baño de su zapatería. El tribunal le condena a pagar 3.000 euros a cada mujer espiada. El hombre guardaba las grabaciones conseguidas en CDs que conservaba para su uso personal. EFE