El arzobispo emérito de Milán, el cardenal Carlo Maria Martini, defendió ayer el uso del condón como "mal menor" en las relaciones sexuales entre las parejas en las que uno de los dos tenga el sida. Pese a los matices, su postura se opone a los postulados que de siempre ha mantenido la Iglesia católica y que Benedicto XVI ha refrendado desde el comienzo de su papado.

"El esposo aquejado de sida está obligado a proteger a su pareja y ésta también debe poder protegerse", explicó Martini en un coloquio con el cirujano Ignazio Marino, que hoy publica la revista italiana L´Espresso y que abre un debate entre la ciencia y la fe religiosa.

Pero el purpurado, jesuita, de 78 años, y representante de la corriente más progresista en la Iglesia, pone en tela de juicio que "sean las autoridades religiosas quienes hagan propaganda de tal instrumento de defensa y consideren que los demás medios moralmente sostenibles, incluida la abstinencia, sean colocados en segundo plano".

EUTANASIA Y ABORTO Martini, que vive retirado en Jerusalén, también mostró cierta apertura en temas como la eutanasia, el aborto o la adopción. Según el cardenal, la vida comienza "no inmediatamente en la concepción --como siempre ha mantenido la Iglesia-- sino después". Martini también aprobó el uso y la manipulación de "ovocitos en el estado de dos pronúcleos", pues "no existe un signo definido que muestre la existencia de vida humana y no es aún un embrión".

También defendió que, si bien la eutanasia es censurable, no se puede "condenar a las personas que realizan este acto cuando otra persona disminuida se lo pide por razones puramente altruistas". Además exigió el mismo respeto para las "personas que siguen a su conciencia en estos casos extremos".

En otra de las grandes controversias sociales, el aborto, el eclesiástico se mostró tolerante con la decisión de las personas que

"siguen su conciencia, después de mucha reflexión y sufrimiento, en casos extremos, como cuando el nacimiento de un feto amenaza la vida de la madre".

Sobre la adopción de niños, Martini subrayó que la familia compuesta por hombre y mujer es, en primer lugar, la que reúne las condiciones para criar a un pequeño. Pero, a falta de un matrimonio, "al límite, también los solteros podrían dar algunas garantías esenciales".

Para el inmunólogo italiano Fernando Aiuti, la opinión de Martino supone "una apertura importante que, sin embargo, no representa desgraciadamente la posición oficial de la Iglesia".

Los observadores de asuntos vaticanos consideran poco probable que las afirmaciones del cardenal no hayan sido dadas a conocer previamente al papa Joseph Ratzinger. La apertura de Martini podría ser consecuencia del "pacto de gobierno", realizado durante el cónclave, entre el ala progresista y el ala conservadora, después de que los primeros bloqueasen con 40 votos la elección de cualquier candidato.

OTRAS POSTURAS Por otra parte y la hilo de esta declaración, en Africa, Latinoamérica y Asia, varias organizaciones católicas, como la Comunidad romana de San Egidio (considerada un ministerio oficioso de asuntos exteriores del Vaticano) ayudan a las poblaciones a prevenir y curar el sida y aconsejan usar el condón como medida de protección.

"Si permite la protección de la vida, el condón no tiene una importancia sólo sexual", explicó el cardenal belga, Godfried Danneels, Según él "si un hombre con sida obliga a una mujer a tener relaciones sexuales, ella debe poder imponer el profiláctico, de otro modo se añade otro pecado, el homicidio".