El cardenal alemán Joseph Ratzinger, uno de los hombres más influyentes del Vaticano y una de las personas más próximas a Juan Pablo II, afirmó ayer que el Papa "está mal" y pidió a los creyentes que "recen por él".

En una entrevista concedida a la revista alemana Bunte , el director de la Congregación para la Defensa de la Doctrina de la Fe puso de manifiesto su preocupación por el estado físico del Pontífice, y aseguró que éste lleva a cabo "demasiados esfuerzos para su estado de salud".

El cardenal agregó que no está en sus manos impedir que el Papa siga trabajando. "Son otros los que deben hacerlo", puntualizó. El secretario privado de Ratzinger, monseñor Georg Gaenswein --también entrevistado por Bunte --, elogió por su parte el hecho de que Juan Pablo II no se se deje vencer por la enfermedad. "Ya no puede andar ni estar de pie, pero para los creyentes es un héroe. El que no se rinda pese a su enfermedad le da aún más credibilidad", manifestó. Y añadió que el Papa volverá a viajar. "Si no puede seguir viajando, se lo llevará el buen Dios".

MUTISMO EN EL VATICANO

En el Vaticano no se produjeron declaraciones oficiales sobre las palabras de Ratzinger. La lista --"confirmada"-- de las actividades que Juan Pablo II tendrá que realizar durante un agotador mes de octubre es la respuesta a los rumores sobre su salud.

La Santa Sede, en efecto, ha confirmado la maratoniana agenda del Papa para este mes, que empezará a cumplir a partir del próximo domingo, cuando canonice en la plaza de San Pedro a los beatos Daniele Comboni (fundador de los misioneros combonianos), Arnold Janssen y Josef Freinademetz. La lista de actividades incluye la celebración del 25 aniversario de su pontificado, la beatificación de la madre Teresa de Calcuta y el Consistorio, que ha sido adelantado cinco meses.